Es muy
importante que las personas que tienen mascotas, conozcan la existencia de esta
enfermedad en los animales para así poder tratarla.
Un animal que sufra una crisis epiléptica pasará por
las siguientes fases:
- El Aura: el animal se encontrará nervioso, inquieto, tembloroso...
- Tónica: el animal se queda rígido y cae al suelo de lado. Se mantendrá en esa posición unos segundos.
- Clónica: el animal se queda inconsciente, los músculos de los miembros y de la cabeza se contraen, las pupilas permanecen dilatadas y aumenta la salivación.
- Depresión: el animal se va relajando, aunque su respiración sigue agitada.
- Vuelta a la normalidad: el animal comienza a salir de su crisis, recuperando su consciencia y reflejos.
Diagnóstico
de la Epilepsia:
Dependerá
también la realización de estas del tipo de epilepsia que padezca el animal.
El tratamiento de la epilepsia se realizará de la
misma forma que en humanos, con medicamentos anticonvulsivantes. En perros y en
gatos se utilizan: el fenobarbital, el bromuro de potasio o el diazepam.
Es muy
importante que en estos momentos mantengamos la calma y también, que acompañemos a nuestro perro hasta que el ataque haya finalizado. Bajo ningún concepto debemos meter la
mano en la boca del perro ya que nos podría morder sin quererlo.
Hoy en día uno
de los animales domésticos por excelencia son los perros. Éstos son unos
de los animales que más sufren esta enfermedad. Como se ha explicado en este
blog, la epilepsia no es una enfermedad contagiosa ni un virus, en los perros al igual que en
los humanos, se producen ataques epilépticos.
Esta enfermedad
se da principalmente en perros de razas grandes, aunque últimamente también
se están dando casos en razas medianas y pequeñas, por lo que cualquier
perro puede sufrirla.
¿QUÉ HACER SI
MI PERRO SUFRE UN ATAQUE EPILÉPTICO?
Cuando un perro
sufre un ataque epiléptico es muy probable que pierda el conocimiento,
por ello debemos tumbarlo en su cama o en alguna superficie blanda,
para que en caso de caída no se pueda hacer daño.
Una vez que el
ataque haya finalizado puede que nuestro perro se encuentre desorientado, que
se asuste y que empiece a correr, si esto ocurre tenemos que calmarlo
poco a poco, y una vez que se encuentre bien, debemos dejarlo descansar.
La epilepsia en
perros no es motivo para sacrificar ni
abandonarlos, es solamente
una enfermedad que por suerte puede ser tratada.
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